Hazlo bien, no perfecto

Mano sujetando un cubo de Rubik incompleto

Nadie es perfecto. Ni falta que hace. Del mismo modo, no es necesario que todo lo que hagamos dentro de nuestro trabajo sea perfecto. Basta con que sea apropiado y funcional. Operativo y práctico. La perfección está generalmente reñida con la productividad.