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Ahora que comienzan las vacaciones escolares, es un buen momento para leer. Tal vez te apetezca empezar a prepararte para ahorrar tiempo el próximo curso con mis libros de ahorro de tiempo o sobre el uso de Chat GPT en las tareas docentes.
Pero seguramente prefieras aplazar estas lecturas para más adelante y buscar algunos libros que te permitan relajarte y reírte un poco de las peculiaridades de nuestro trabajo docente. Aquí te traemos una selección de los libros más divertidos sobre profesores y la profesión de enseñar que te provocarán muchas sonrisas y alguna risa también…

Maestra de Pueblo
Si hablamos de humor para profes, la anónima maestra de pueblo es la reina. Desde su cuenta de twitter nos trae periódicamente situaciones disparatadas o reflexiones agridulces.
Actualmente existen 4 libros de esta serie de novelas gráficas, todos ellos ilustrados por Cristina Picazo.
Maestra de Pueblo: Con L de Novata
«Doy clase, vigilo los recreos, corrijo cuadernos, me coordino, atiendo a las familias, programo en casa, me formo en mi tiempo libre pero… ¡tengo muchas vacaciones!»
María apenas ha pisado el campo en su vida, pero cuando le ofrecen por primera vez trabajar en un colegio, no le importa que sea en un pueblecito perdido en medio de la sierra, y se lanza al ruedo sin pensarlo: ¡Por fin va a ser maestra! Pero no solo eso, también conocerá la realidad de las aulas y de los pueblos al mismo tiempo.
Esta maestra con L de novata se verá obligada a sacar toda la artillería para sobrevivir durante un curso como tutora de una revoltosa clase de segundo. Lo que nadie le enseñó en la facultad es que, en su día a día como maestra, también tendría que ser una excelente: juez, detective, enfermera, mecánica multitarea, diseñadora, banquera… y todo ello, sin perder la vocación de enseñar.
Maestra de Pueblo: Estado civil: opositora
Maestra de pueblo, la profe más querida de internet, se enfrenta ahora a la peor amenaza de la galaxia: las oposiciones.
María ya no es una maestra novata, pero continúa de sustitución en sustitución; quince días aquí, tres allá, veinte un poco más para acá. Pese a que lleva más kilómetros a las espaldas que Forrest Gump y a que ya se conoce los colegios de media provincia, esta joven no pierde la esperanza de obtener su propia plaza algún día. Además, este año le toca presentarse a las oposiciones, así que no le queda otra que liarse la manta a la cabeza.
Entre las noches en vela por el estudio y las mañanas dando clase en pueblos remotos, no podrá disimular las ojeras de oso panda ni con una brocha. Aun así, María tendrá que enfrentarse a las vaciladas de los de sexto, a la primitiva tecnología de las aulas de informática, a las puñaladas traperas del claustro y, por si fuera poco, este curso, además, también aprenderá quién lleva realmente la batuta en las escuelas (¡incluso más que Inspección!).
Maestra de pueblo. Borrón y cuenta nueva
Ahora que María ha aprobado las oposiciones y ha conseguido (¡por fin!) una plaza fija, su vida de maestra debería ser maravillosa. Ya no tiene que recorrer tropecientos kilómetros para dar clases en la Conchinchina, y lo de estudiar de lunes a domingo es cosa del pasado. Sin embargo, nada más comenzar el curso, todo se complica.
No se trata de un berrinche de novata; es que ya no puede más. En el nuevo centro se siente más perdida que un pulpo en un garaje, y no solo porque le haya tocado la clase más revoltosa o porque la directora sea un auténtico desastre… Por muy buenas que sean las intenciones de María, nada parece ir bien: su paralela le hace la vida imposible, los padres confabulan en su contra en el grupo de Whatsapp, y en el huerto escolar que ha montado no crecen más que malas hierbas… Además, y por si no fuera suficiente con sobrevivir al día a día, ¡este año le ha tocado organizar la acampada de fin de curso!
Y es que, por mucha experiencia que tenga, una maestra nunca deja de aprender.
Maestra de pueblo. La escuela vaciada
Maestra de pueblo rinde homenaje a las escuelas rurales en su novela gráfica más cañera.
Todo el mundo confía en María para salir del enredo que se ha formado en este curso. La directora la lio parda al presentar una solicitud y ahora les han concedido una suculenta beca, pero nadie quiere organizar la red colaborativa entre centros que les exigen. El claustro ya está a punto de aceptar que Mister Marshall pasará de largo cuando María acepta ponerse al frente del proyecto.
Por mucho que algunos piensen que los maestros tienen quinientos meses de vacaciones y que se pasan el día recortando cartulinas, la verdad es que María no sabe de dónde sacará el tiempo para poner de acuerdo a tres escuelas de la España vaciada. Sobre todo ahora que su madre la ha metido en otro buen embolado y le ha endilgado a su prima en casa para ver si esta continúa magisterio o le va más el cine. Y es que, a ratos, la vida de los maestros parece una película.
Nando López
Nando López es un escritor polifacético que ha recogido parte de su experiencia como docente en un par de libros con títulos muy originales.
Dilo en voz alta y nos reímos todos
Si esto fuera Finlandia, este libro no existiría. Porque allí los alumnos son perfectos, los profesores son perfectos, las familias son perfectas y los institutos, por supuesto, son perfectos.
Aquí, como de finlandeses tenemos poco, más que perfectos somos humanos, por eso en nuestras aulas hay alumnos distópicos, que hacen un examen de 10 en un universo paralelo y sacan un 2 en el universo real; profesores multitarea, que tan pronto ejercen de animadores socioculturales como de psicólogos, enfermeros, seguratas o traductores simultáneos; y padres que hacen compulsivamente la ESO y se preguntan cómo suspenden sus hijos tras haberse estudiado con ellos hasta la última conquista de los Catholic Kings (en bilingual, claro).
Si eres alumno y odias al tipejo del «justifica tu respuesta», o si eres profesor y no recuerdas cuándo fue la última tarde que no estuviste pegado a un rotulador rojo, o si eres padre y empiezas a dudar de que la adolescencia se termine, este es tu libro. Y si aún crees, como el autor de estas páginas, que las tizas pueden cambiar el mundo, también lo es.
¡En casa me lo sabía!
Excepto «aprobar» no hay un solo verbo que se combine con la palabra «examen» sin resultar aterrador: hacer un examen (horror), suspender un examen (horror doble) o corregir un examen (horror máximo). Nuestra idea era que este libro acabase con esta pesadilla. Un libro para que los estudiantes aprueben. Y para que los padres no tengan que volver a preparar el temario de la ESO con sus hijos. Y hasta ser capaz de corregir solito los exámenes y tragarse las juntas de evaluación. ¿Lo hemos conseguido? (Silencio culpable). No.
A cambio, hemos preparado un libro que no os va a ayudar en nada, pero que sí esperamos que os despierte unas cuantas risas. Y quien nunca haya dicho que «le daba la media» o se haya olvidado de poner un nombre en el examen, que tire la primera tiza.
Sara Jotabé – Maestro de colegio. Un profe con clase
Creemos saberlo todo de los profes: terminan a las cinco de la tarde y tienen tres meses de vacaciones. Su profesión es de las más envidiadas, pero ¿alguna vez te has preguntado qué es ser profesor? Gestionar los conflictos en clase, organizar al alumnado, idear actividades que les mantengan concentrados, técnicas de educación especial, la hora del patio, pensar en maneras nuevas y diferentes de hacer los deberes y más… ¡mucho más!
Maestro de colegio muestra a través de sus divertidos vídeos en TikTok una realidad poco conocida para todos: qué representa ser profe y en qué consiste lidiar con alumnos y alumnas a diario y sobrevivir en el intento. Este libro, ilustrado por Sara Jotabé, es una guía, un manual de supervivencia y un oasis de risas para profes que molan.
Jorge Suay Greses – Manual para profesores (tremendamente) novatos
Uno de los principales escollos para que se reconozca la labor del profesorado es que la sociedad tiene una visión de alumno. Todos fueron alumnos, pero casi nadie ha catado la profesión. Como el público de un ilusionista, sólo ven el resultado final y nada de lo que acontece entre bambalinas. Así nos ganamos esa fama de “no hacer nada”. Esta es una de las muchas verdades como puños que vas a poder leer en este libro.
Concebido como un pequeño spoiler dirigido a los que, en un arrebato, hayan decidido dedicar sus vidas a la docencia, pero a la postre, apto para que cualquiera que piense que los docentes llevan una vida envidiable salga de su ensoñación. ¿Por qué? Porque en esta profesión tan idealizada, el capítulo de “Dora la Exploradora” que te habías montado en tu cabeza dura tres segundos, que es lo que tarda la cruda realidad en empezar a atizarte un sopapo tras otro, y por donde menos te lo esperas.
Las frases “¿quién me lo iba a decir?” y “pero ¿quién me mandaría a mí meterme en esto?” se convierten en algo tan cotidiano como tomarse un café a primera hora y una valeriana antes de “ese grupo” que te crispa los nervios. Si después de leer este libro sigues teniendo ganas de meterte en un aula, o eres un auténtico Navy Seal de la docencia o tienes más moral que el Alcoyano. En cualquiera de los dos casos, aplaudimos tu elección.
Miguel Sandín – El lazarillo de torpes
Este libro cuenta las divertidas, y con frecuencia desconcertantes, experiencias de Ulpiano Pizarro en su primer año como profesor de Filosofía e Historia en secundaria, es decir, de «eso» que llaman ESO.
Convertido en un verdadero lazarillo de sus alumnos, Ulpiano narra con humor y acidez el día a día en un instituto, donde deberá enfrentarse a adolescentes sobrehormonados capaces de preguntarle: «Entonces, ¿si dejo de comer fruta solo veré en blanco y negro?» o responder en un examen que «El homo eructus vivía en las tabernas».
El Pelota, la Cuqui, el profe Dramas o e Enteradillo son solo algunos de los personajes que desfilan por estas páginas hilarantes que te harán llorar de risa ¡o de pena!
Pablo Gómez Sesé – Las aventuras de un profesor novato
«No quiero ir, tengo miedo, me quiero quedar aquí en mi cama sin enfrentarme a nadie. Me dan miedo los chicos, me da miedo qué pensarán, si me equivoco, si se ríen de mí, si me quedo en blanco?».
Estos son los pensamientos del profesor novato de este divertido libro cuando suena el despertador su primer día de clase. Sin manual de instrucciones bajo el brazo ni consejos de nadie, se presenta ante treinta adolescentes desconocidos? y así empiezan sus aventuras, de todo tipo y condición.
- Misión prioritaria: ganarte al líder de la clase
- Ir de profe guay hará que te coman los alumnos
- El día que pegué un golpe con un libro encima de la mesa de un alumno dormido
- Cuando un alumno me rayó el coche ¡dos veces!
- ¿De qué depende que una clase salga bien o mal?
- El Madrid-Juventus de las semifinales de la Champions como técnica de concentración
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